Los estudiantes estaban felices con el clima el día de la excursión. Había llovido todo el día y la noche anterior, pero esta mañana solo estaba fresco y nublado mientras los niños caminaban hacia el Centro de Visitantes.

 

La clase estaba estudiando distintos ecosistemas, y había tomado un autobús a un parque con un prado, un estanque y bosques. Estaban divididos en tres grupos para buscar muestras y tomar fotos. Tenían radio-teléfonos para mantenerse en contacto, porque los teléfonos celulares no funcionaban allí.

 

Un grupo tomó un sendero largo y empinado para llegar al Estanque

del Sapo con el Sr. Wysor. El grupo de Marcel y Tucker cruzó hacia la pradera con la Sra. Smith, mientras que el tercer grupo se encargó de estudiar el bosque en una ladera con la Sra. Hammerick.

 

Después de más o menos una hora, el grupo de la Sra. Smith había terminado. Regresó al Centro de Visitantes, pero ninguno de los otros grupos había regresado. La Sra. Smith le pidió a Marcel que verificara cómo estaban los demás.

 

—Terminamos en el prado y podemos irnos en cualquier momento.

¿Cómo están ustedes? Cambio —dijo por el radio-teléfono.

 

—Tenemos nuestras muestras y estamos tomando las últimas fotos.

Caminaremos de regreso en un par de minutos. Cambio- —respondió

una voz.

 

—Estamos tomando muestras, pero hay tanta neblina aquí que las fotos no saldrán. Dennos otros 20 minutos. Tal vez la niebla se levante. Cambio —respondió otra voz.

 

—No reconocí esas voces. ¿Cuál grupo necesita más tiempo? —le preguntó Tucker a Marcel.