—Oye, tengo una foto vieja de mi abuela vestida como tú, solo que ella no estaba disfrazada —dijo Kassandra cuando Ingrid entró al salón de clases—. Dijo que en su época creían verse muy bien.

​

 

Normalmente su colegio tenía un código de vestimenta, pero era Halloween, el día de las brujas, y todos habían ido a la escuela disfrazados. Ingrid estaba vestida de hippie. Traía puesta una camisa de colores al batik, cuentas de colores, sandalias, y unas gafas con lentes color naranja en forma de corazones.

​

 

Ingrid se quitó las gafas durante la clase, pero se las volvió a poner en la tarde a la hora de prepararse para la fiesta. Los alumnos estaban decorando el salón y pintando letreros para el desfile de la escuela.

​

 

Quan, que pensaba que era muy chistoso, estaba colgando decoraciones al revés. Preston fingía que luchaba a espadas en su disfraz de piratas, y Ricky jugaba con sangre artificial después de ponerse un poco en su disfraz de zombi.

​

 

Al acercarse la hora del desfile, Kassandra se dio cuenta de que uno de los letreros había sido decorado con una calabaza roja en vez de naranja.

​

 

—¿A ver, quién es el chistoso? —preguntó Kassandra. Miró alrededor del salón en busca de una cara culpable.