top of page

—¡Ahoy, compadre! —gritó Liam, entrando a la habitación de su hermano mayor, Theo. 

​

—Vete a dormir —gruñó Theo—. ¡Son las seis de la mañana! Sabes que necesito dormir. 

​

—¡Pero Theo, hay parte de un naufragio en el océano! ¡Parece haber estado ahí por cienaños!

​

—Entonces estará ahí cuando me levante —gruñó Theo y se dio vuelta. 

​

Era la primera mañana de sus vacaciones familiares y habían llegado tarde la nocheanterior a una playa que no habían visitado antes. Liam era un madrugador y habíacaminado hasta la playa justo después del amanecer. Como Theo no quería levantarsey nadie más estaba despierto, Liam se fue a su habitación a leer. 

​

Cuando Theo finalmente despertó cerca del mediodía y fue a la playa donde suspadres ya se habían instalado con sillas y mantas, vio gente quemada por el sol bajolas sombrillas y cangrejos de arena corriendo alrededor, pero nada en el océanoexcepto olas. 

​

—¿Vieron un naufragio por ahí? —Theo le preguntó a sus padres

—No, pero solo hemos estado aquí por una hora —dijo su padre—. Nos levantamos unpoco tarde.

Después los tres fuimos directamente al mercado mientras dormías.

​

—Vinimos acá después de guardar las compras —añadió su madre—.Liam nos habló deun naufragio, pero no lo hemos visto todavía. 

​

—El naufragio está allá fuera y se los voy a demostrar —dijo Liam. 

​

—¿Cómo? —preguntó Theo.

Image by Tom Reynolds
bottom of page